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Semana del 9 al 16 de abril

Estos son los cuentos premiados: 

Categoría de 6 a 9 años:

El fantasma en la granja

Por Lucía, 9 años.

 

Era una noche oscura: los caballos relinchaban, los cerdos gruñían, las ovejas balaban, las vacas mugían…
Esa misma noche, el cerdo Pepe dio un grito sonoro: “¡ah!”. Porque dijo que vio a un terrible fantasma blanco.
Sus amigos no le creyeron y se rieron de él. El cerdito, muy molesto, se fue corriendo y llorando.
Después, Bambi la oveja también lo vio y se fue corriendo hacia sus amigos, pero antes de contárselo, el fantasma volvió a pasar.
Estaban todos menos… ¡Ganso! Él no estaba y los animales pensaron, ¿se lo habrá tragado el fantasma?
Más tarde, vieron de nuevo al fantasma, así que Limbo el perro fue corriendo hacia el fantasma blanco como la nieve y le quitó la sábana para saber quién era y… ¡¿Ganso?! Pero antes de cogerlo ¡se fue en un monopatín a la playa!
Sus amigos se rieron porque dijeron: “ja ja ja, sonámbulo patina mejor que despierto”.
Lo peor fue que Ganso se montara en una tabla de surf y surfeara. En la orilla, de repente, vino un tiburón y Ganso… ¡Se montó encima suya! Después, Limbo el perro cogió de la granja un megáfono y grito: “¡¡¡Ganso, despierta!!!” y por fin Ganso se despertó y dijo: “mirad la tontería que estaba soñando. Estaba encima de un tiburón y al lado de la orilla.
– Pues es cierto”- dijo Pepe.
– ¡Ah! -gritó Ganso. -¡¡¡Que alguien me ayude!!!
– ¡Pero si estás en la orilla!
– Ah, pues es verdad- y bajó a la orilla.
Le preguntó a sus amigos:
– ¿Qué ha pasado?
– Pues que eres sonámbulo- dijeron todos.
– ¿Qué? ¿En serio?
– Esta noche te pondremos algo para dormir- dijo Bambi en tono de risa.
– Ah, por cierto, ¿qué ha pasado con el fantasma?
– Pues…- dijo Pepe- ¡Eras tú!
– ¿Qué? ¿En serio?
– Sí- dijo Bambi- Eras tú.

 

 




El perro y el abuelo

Por Martín, 7 años.

 

Un día, había un abuelo que vivía en la ciudad de Toledo y al lado, sus vecinos tenían un perro.
El perro era listo. Un día, el abuelo se cayó por las escaleras y el perro oyó un AYYYYYYY. El perro pensó, ese ruido…y se acordó de que su dueño se había caído y también dijo AYYYYYYYY.
Entonces, el perro salió por la puerta y fue al hospital, donde llamó al médico ladrando y el médico lo siguió rápidamente; llegaron a casa del abuelo, donde el médico abrió la puerta y vio al abuelo en el suelo, llamó a una ambulancia y se lo llevaron a la UCI.
Dos meses después, el abuelo llegó a su casa, dentro encontró un regalo en el suelo, lo abrió y se encontró un silbato. El abuelo silbó y el perro llegó, los dos se alegraron muchísimo de verse. A los dos días, el abuelo tenía que ir a la compra y se acordó del perro y compró chuches. Cuando llegó a su casa, silbó con el silbato; cuando llegó el perro el abuelo le dio las chuches y el perro se las comió y se las terminó y se fue a su casa.
Cuatro días después, el abuelo pensó y fue a hablar con el dueño del perro, que le dijo: – ¿qué quieres? Si te interesa el perro te lo regalo- el abuelo dijo que lo quería y se lo quedó, y todos los días lo paseaba y el perro lo amaba y el abuelo lo amaba, y los dos vivieron una vida muy feliz.

 


 

Aventura en el jardín

Por Carlos, 9 años.

Érase una vez un niño llamado Carlos que quería mucho a sus abuelos. Vivía en una casa cerca de un río, en el jardín había muchos árboles frutales. Su abuelo lo llevaba de paseo por el jardín, enseñándole que fruta daba cada árbol. Le gustaba ayudar a su madre haciendo tartas de frutas que cogían del jardín.
Un día fue solo a buscar frutas para la tarta, y se perdió por el jardín. Poco a poco se fue alejando de la casa pero no le dio miedo. El pequeño recordó las historias de su abuelo sobre sus aventuras en el campo. Primero tenía que buscar un lugar para pasar la noche y hojas para poder taparse del frío.
Sus padres preocupados lo buscaron por todos los lugares. Había un vecino que tenia un perro muy listo, y pensaron que el perro podría encontrarlo. El perro empezó a oler y parecía que iba a encontrarlo, pero empezo a estornudar y no pudo seguir.
El niño se quedó dormido profundamente y no escuchaba a sus padres. Fueron a casa y no estaba allí. Pronto amaneció y el niño se despertó, empezó a dar vueltas hasta que consiguió encontrar el camino a casa. Allí, su familia le estaba esperando muy tristes. Lo abrazaron y se pusieron muy contentos. El Niño contó que con las historias de su abuelo consiguió no tener miedo.

 

 

Categoría de 10 a 14 años:

Crustofatio y su aventura extraordinaria por Indonesia

Por Carmen, 13 años.

Abuelito, abuelita, os voy a contar un cuento para compensar todos los que vosotros me habéis contado a mi:
Érase una vez un barco pirata que navegaba por las islas de Indonesia cuando el capitán llamado Crustofatio vio algo increíble, un arcoíris que iba hasta una de las islas de esa zona. El capitán decidió ir hasta esa isla, porque él creía que si llegaba al final del arcoíris iba a ver una rosa mágica. La rosa mágica era una joya legendaria muy valiosa con poderes extraordinarios, nadie la había conseguido coger porque cuando se vaya el arcoíris la rosa desaparece y se va al siguiente arcoíris que aparezca.
Empezó a navegar siguiendo el arco de colores hasta que vio la costa de la isla, allí fue caminando por muchas ciudades y pueblos de esa isla como Yakarta, Padang, Mataram… Cuando iba llegando a cada ciudad los habitantes de esos sitios le miraban de una forma desagradable, algo normal porque iba vestido con unas botas grandes marrones y negras,
con un pantalón azul y blanco, también llevaba una camiseta de lo más hortera, un chaleco de escamas de pez y un parche muy negro con una calavera dibujada en el.
Crustofatio era muy raro, es decir, hacía cosas muy extrañas como rascarse la nariz con el pie o también oler todo lo que veía que estaba muy cerca de él.
Cada vez estaba más cerca del final del arcoíris, Crustofatio estaba muy ilusionado, ya le quedaba menos. Al cabo de unos días el capitán pasó por un desierto donde no había agua ni personas, estaba muy cansado porque llevaba días andando sin dormir. Al final consiguió salir del desierto pero esta vez no iba solo porque por el desierto se encontró con un pobre perro que sus dueños lo habían abandonado que no tenía casa, a Crustofatio le dio mucha pena así que se lo llevó a participar en su aventura. Ya llegando al arcoíris el capitán se desmayó, llevaba tanto tiempo sin dormir que era lógico que le pasara esto, el perro consiguió llevarlo a un hospital cerca de ese sitio en una ciudad llamada Denpasar, allí en el hospital consiguieron que se despertara y gracias al perro que lo llevó hasta ahí, cuando Crustofatio se curó le puso un nombre al perro, Carevid.

Unos días después le dejaron salir, y siguió con su aventura, ya le quedaba menos, ahora solo tenía que subir la montaña Jaya, pasar por los lagos Bratan y Batur y pasar por el río Citarum, continuó, fue escalando la montaña Jaya hasta ver una cueva dentro de la montaña, que según su móvil ponía que era una cueva con dos salidas, el capitán y su compañero
perruno entraron dentro, y encendieron su linterna dentro de la cueva había murciélagos y también había muchas estalactitas y estalagmitas, ¡son preciosas!, decía Crustofatio.
Al cabo de unas horas salieron por la otra salida de la cueva y continuaron su viaje hasta que le entró sueño, Carevid y el capitán acamparon cerca de un bosque. Por la mañana atravesaron el bosque, después de unas horas encontraron el primer lago que les quedaba por cruzar, encontraron un barco allí y se adentraron en el lago, el lago era muy grande pero al cabo de unas 2 horas llegaron al otro lado, siguieron andando hasta que entraron una jungla que contenía muchas plantas exóticas y animales raros, consiguieron cruzarla.
A la mañana siguiente empezaron a notar que el arcoíris no iba a estar mucho tiempo más allí así que continuaron su viaje pasaron el lago Batur y por último pasaron por el río Citarum. Cada vez veían menos el arcoíris pero sabían que al otro lado de esa montaña estaba lo que estaban buscando. Rodearon la montaña porque ya estaban cansados de tanto escalar. En una hora y media llegaron al otro lado del arcoíris Crustofatio y Carevid estaban muy ilusionados, siguieron adelante hasta ver algo que brillaba, lo miraron bien y era la rosa mágica,¡la habían encontrado!, pero justo en ese momento el capitán pensó que a él no le hacía falta tanto poder, lo único por lo que la estaba buscando era para darle esa rosa a un hombre muy rico y que le diese dinero para según él no sentirse solo, pero al final dejó la rosa ahí y dijo, ya no necesito ese dinero porque ya tengo a alguien
con quien pasarlo bien y ahí fue cuando Crustofatio descubrió la lección más importante.

 




El misterio del Rubí perdido

Daniel, 11 años.

Era la tarde del 24 de abril del año 2017, Dani estaba estudiando para un examen de Ciencias y le entró sed. Cuando fue a la cocina para beber agua, notó un temblor; al mirar la pared, vio como ésta se abría poco a poco.
El orificio se hizo tan grande que podía entrar una persona. Dani no lo dudó y, se adentró en él, quería saber qué se escondía en su interior. Caminó a lo largo de un oscuro túnel, hasta llegar a lo que parecía una cueva similar a las prehistóricas.
Una vez allí, cogió su linterna para alumbrar bien. Quince minutos más tarde, se percató que algo rojo intenso brillaba. Se dirigió hacia la luz brillante y se dio cuenta que no era un objeto cualquiera: ¡Era un Rubí!
De repente, todo comenzó a moverse. Las piedras de la cueva comenzaron a derrumbarse. Dani, cuidadosamente, envolvió el Rubí en su camiseta y corrió como nunca para llegar a salvo a casa.
Una vez en su dormitorio, Dani dejó el Rubí sobre su escritorio, encendió su ordenador y comenzó a hacer una búsqueda para recabar información sobre el hallazgo.
Tras encontrar la información suficiente, tuvo que pasar toda la noche estudiando para el examen del día siguiente ya que no tuvo tiempo en toda la tarde.
A primera hora de la mañana, antes de ir al colegio, Dani fue con sus padres al museo de las piedras preciosas de su ciudad.
El encargado del museo le dijo que el Rubí pertenecía a Abd al-Rahman III.
Como recompensa le dieron 1750 euros. Dani pensó que iba a destinar ese dinero a reparar el agujero de la cocina, ya que su madre estaba un poco enfadada, y para ayudar a los más necesitados
Llegó al colegio justo a tiempo para hacer el examen de Ciencias. Casualmente el tema de la prueba era sobre piedras preciosas.
Dani antes de comenzar, le contó al profesor Manuel, todo lo ocurrido el día anterior con el Rubí. El profesor, ante esta insólita situación, le dijo: “Dani, es muy valiosa la experiencia que has tenido y por ello, no vas a tener que hacer el examen de este tema pero tendrás que hacer una exposición de tu hallazgo al resto de compañeros”.
Todo lo vivido por Dani en esos días le hizo despertar un gran interés por las piedras preciosas y se convirtió en un gemólogo de reconocido prestigio.

 


 

Sueños heredados

Por Hugo, 12 años.

En un Pueblo pequeño en cualquier rincón de España, vivía un niño de doce años llamado Antonio, era un pueblo mimado por sus habitantes, lleno de flores en sus balcones y casas blanqueadas. Sus padres se dedicaban al campo y a cuidar de los anímales, además su padre tocaba la trompeta en la banda del pueblo, a Antonio no le gustaba nada la música, pero su padre insistía en que aprendiese, sin embargo él quería ser actor, algo que a sus padres no les parecía buena idea para su futuro, a su mejor amigo José se le daba bastante bien la música, le gustaba mucho.
Antonio y José compartían tardes de juego en las calles del pueblo, jugaban al escondite, al pilla pilla y a las canicas, también se contaban todos sus secretos.
José tocaba muy bien el violín y su amigo Antonio le pedía que jugase con él al fútbol, pero la mitad de las veces prefería tocar el violín.
Antonio era un niño muy extrovertido y soñaba con irse a alguna ciudad grande donde poder ir a teatros, cines, conciertos de cantantes famosos… sin embargo José soñaba con tocar en una gran orquesta, con un gran público.
Los padres de Antonio tenían amigos en una gran ciudad y les ofrecieron la posibilidad de que su hijo fuese a estudiar a la universidad y quedarse en casa de ellos.
El primer día a Antonio no le hacía mucha gracia irse y dejar a su familia y a su amigo solos, pero en una visita a su abuela ella le dio un sabio consejo, “persigue tus sueños por muy lejos que estén, y así conseguirás alcanzarlo, si no vas detrás de ellos nunca los alcanzarás”. Él estuvo toda esa noche pensando y a la mañana siguiente decidió irse, allí el primer día le llamaba todo la atención pero conforme pasaban los días iba echando de menos a su amigo y a su familia. Conoció a mucha gente de hecho hizo muchos amigos,
pero siempre pensaba en José, en que habría sido de él, resulta que se fue también del pueblo y perdieron el contacto, Antonio poco a poco se hizo un gran actor, y le ofrecieron un papel en un musical cosa que nunca había hecho, y le daba un poco de miedo pero siempre que tenía miedo recordaba el sabio consejo de su abuela, y se lanzaba a por su sueño, era algo que siempre le daba buen resultado.
En los primeros ensayos asistían solamente los actores, pero conforme iba acercándose el estreno, empezaron los ensayos con los músicos, le  sorprendió un señor calvo que participaba en el coro de la obra, ya que su cara le parecía familiar, !era José! Su gran amigo de la infancia, se contaron todo lo que había pasado en ese tiempo, y se dieron cuenta que lo que más echaban de menos era su pueblo, sus calles, su gente… y siguieron encontrándose en los ensayos, y compartiendo muy buenos recuerdos.
La obra fue todo un éxito pero lo que más le gustó a los dos fue reencontrarse, no podían volver a separarse y decidieron que volverían a su pueblo para hacer un proyecto juntos para los jóvenes no tuviesen que abandonar el pueblo, y darles entretenimiento con sus obras, también abrieron una escuela de música y teatro, que se convirtió en una de las
más importantes del país, e iban chicos y chicas de todo el mundo a aprender, su pueblo se convirtió en un gran lugar donde vivir, el sueño de su abuela se convirtió en realidad.

 


 

Si tu cuento no ha resultado premiado, puedes intentar enviar un cuento nuevo la próxima semana, antes del jueves.

¡Gracias a todos los participantes!